miércoles, 24 de marzo de 2010

Las personas que te quieran


Rodearte de personas que te quieran es relativamente fácil, pero rodearte de personas que te quieran bien ya es otra cosa. La mayor parte de las personas con las que nos encontramos en la calle, en la escuela, en la universidad, en el médico, en el trabajo, en tu propia casa, en toda tu vida en definitiva,  no depende de ti, sino de las circunstancias. Lo único que puedes elegir es con quien te relacionas íntimamente y esto ya no depende únicamente de ti, también de la voluntad del resto.  Pero cuando encuentras a esa persona o esas personas que medianamente te comprenden, te escuchan, te apoyan y te aconsejan pensando en tu bien y no en su propio beneficio, esas no hay que dejarlas escapar. Serán pocas y puede que cambien a lo largo de la vida, quizá sólo puedas acceder al néctar de la fraternidad durante un periodo breve de tiempo. Puede que vuelvas a encontrarte con ellas si alguna vez las perdiste, pero la vida te lleva por caminos insospechados y el destino te pone piedras con las que tropezar fácilmente. Aunque la experiencia nos guie, en ocasiones lo tenemos bastante negro y la salida al final del túnel parece estar cada vez más lejos. Pero lo que si tienes seguro es a ti mismo, y lo malo es que suele ser con el que peor te llevas y al que menos conoces.

1 comentario:

  1. Que dur es ensopegar i caure mes d'una vegada amb la mateixa pedra, pero que bo adonar-se'n de la ma amiga que t'ajuda a aixecar-te. Segueix endavant escriptora!!

    ~Ona~

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