viernes, 27 de agosto de 2010

¿De cine?

Mercenarios.
La trama, el argumento, el desarrollo y hasta el desenlace son tan predecibles como el calor en verano. Más predecible era que el gobernador del estado de California hiciese un pequeño papel en el que rehusaba la violencia para ser gobernador. Lo que ya no era tan predecible era que Terminator se convirtiese en dicho gobernador, o que Rambo acabase pareciendo una muñeca chochona  súper hormonada. No podía faltar el mítico Mickey Rourke, desfigurado y maltratado por las drogas, el alcohol y los excesos. Apostaría la mano derecha a que no utilizaron maquillaje para rodar Sin City donde, por cierto, resurgió de entre los muertos.  Incuso Bruce Willis, Jason Statham  o Jet Li, sin necesidad,  se dejaron atrapar por el fenómeno decadente de las estrellas venidas a menos de Hollywood, un poco freaky, tan de moda últimamente, un poco como el último destello de una estrella que está a punto de fallecer, en los estertores de la muerte cinematográfica. Los planos, la estética, los diálogos y la escenificación son un intento de demostrar lo poco y mal que el actor ha aprendido en su carrera, desde los inicios sucios y sudorosos del porno, pasando por las películas de luchadores sucios y sudorosos y acabando con un filme sucio y sudoroso, artificial, acartonado y tan pastoso como siempre. La violencia, escenificada de una forma torpe y brutal, es la principal protagonista, apoyada moralmente por la ley no escrita de las películas bélicas en las que los “malos” no son más que objetivos que eliminar, sin tener en cuenta que se trate de personas. En definitiva, acaba siendo casi conmovedor, casi infantil, por lo simple, torpe y primitivo. Uno se plantea lo increíblemente afortunados que son algunos, por tener oportunidades que no están a la altura de sus capacidades ¿Qué podíamos esperar de uno de los peores actores del panorama norteamericano? Parece que los norteamericanos tienen tendencia a elegir  líderes-icono poco preparados e incapaces de desarrollar el trabajo que se les ha encomendado; Bush, sobre todo, es un gran ejemplo.

1 comentario:

  1. Me gusta como escribes cuando tienes muchas cosas que decir.
    pero ya te vale, esta pelicula es para verla con unos colegas, muy fumados, y partirnos de risa.

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